No soy afecto a escribir listas, sin embargo, estos días pasados de intenso frío, he podido albergarme en ciertos caprichos que me hicieron pasar un buen momento.
- Tokio Blues (Norwegian wood). Una novela que aborda la nostalgia y el recuento de experiencias pasadas. Murakami, el autor, transmite el temor y la cautela de un chico japonés al iniciar el proceso de transición entre la adolescencia y la adultez (al final de la década de 1960), rodeado de amigos no relacionados y opuestos entre sí -acompañados de un excelente soundtrack generacional.
- HOWL, de Black rebel motorcycle club. Disco producto de un grupo greengo que atrapa el sonido del delta del Missisipi. Rock, blues y sonido country de alta calidad. Altamente recomendable. Advertencia: no apto para gustos rápidos y trepidantes, entiéndase electrónica, y todos los ritmos nü, o rock pesado.
- Reconstruction y Millenium Mambo. Ambas películas. La primera de origen danés y la segunda taiwanesa con historias desarrolladas en un estilo audaz. El filme escandinavo es un ejercicio narrativo en el que los protagonistas se muestran vulnerables - y ajenos - a la "reconstrucción" que el escritor realiza sobre el sujeto creado. Millenium, por otro lado, es la historia de una chica envuelta en una relación codependiente, contada en tercera persona por su protagonista, y de sus escapes al invierno japonés; con tomas que nos invitan a ver la vida privada de los personajes como vouyeristas desde un cuarto contiguo.
- Mate de coca. Leer acompañado de un caliente mate peruano (azúcar opcional) te proporciona calor y ayuda a mantenerte alerta frente al arrullo invernal.
- Caminar en el centro histórico. Estar a las 7 am tres días por semana en el corazón de la ciudad, abrigado, alerta y con frío. Poca gente, cielo gris y el vapor de las ollas llenas de tamales y champurrados al pasar.
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