jueves, septiembre 14, 2006

DARTS OF PLEASURE


Estas tres últimas semanas han sido muy intensas en relación al trabajo y preocupaciones. Mil cosas que hacer, poco tiempo y varios pendientes. Sin embargo, este fin de semana me las ingenié para divertirme y alejarme un poco de la rutina en la que estoy inmerso.
El viernes me vi con un amigo, Ricardo. Muy buen tipo. Lo conocí en una fiesta y lo he visto algunas veces. Me auxilió en un problema que enfrenté hace unas semanas y la verdad me alivianó la situación. Cine y conversación informal, nada mejor para terminar la semana.
El sábado E y yo hicimos compras para una reunión pendiente en el depa. Amigos todos: Citlali, Saúl, Omar y Manuel. Buscamos que fuera sin complicaciones y terminamos hablando de lo mismo, Amnistía y planes para futuras actividades. Finalmente cambiamos el tema y terminamos de pasar el buen rato hablando de mil cosas y proyectos personales. - Es curioso que cuando estás con gente de menor edad percibes que ya son tres años de que dejaste la escuela y pareciera que todas esas experiencias son muy lejanas -. La reunión concluye y vamos a una fiesta. Alcohol, música y encuentro con otros amigos. Es tiempo de descansar.
Domingo, día de cine. "Día y noche" es el atractivo y forma parte de la muestra nórdica de la cineteca. Parecen meses desde la última vez que estuvimos ahí. Película filmada en un solo plano y con una sobriedad técnica monótona. Todo gira alrededor de un suicidio, insatisfacción en el paraíso diríamos los del bloque en desarrollo.
Finalmente llega el lunes. Franz Ferdinand está en la ciudad y hay que ir a escucharlos. El Auditorio Nacional lleno. El concierto inicia y con éste la fiesta. La gente baila, grita, canta y aplaude. Yo de pie sin hacer nada sintiéndome impotente ante la histeria colectiva de la cual no participo. Canciones divertidas interpretadas por la banda en voz de Kapranos, quien se adueña del escenario donde salta, gira y articula frases en español que resultan divertidas a pesar del cliche de esto. Un buen punto fue en Ousiders, donde matachines acompañan con percusiones.
El concierto genial, un Auditorio Nacional que vibró con el baile de los asistentes y el deseo de querer más.
¿El trabajo? Es jueves y este permanece ahí. Que puedo decir, es mejor tener mucho trabajo que ser prescindible en este mundo de la sociedad civil. Mucho que hacer y aprender: proyectos, encuentros y política mezclada con la todavía incertidumbre nacional.

domingo, septiembre 03, 2006

1 DE SEPTIEMBRE



El día del Informe de Gobierno, fui al Zócalo para observar el clima político del cual me he limitado a leer en prensa e intecambiar puntos de vista con otras personas, pero sin participar en los hechos que se han presentado en esta ciudad.
Llegué por Hidalgo, última estación disponible entre el Centro Histórico y General Anaya. Entré a los dominios del plantón en Juárez y continué por todo Madero acompañado por una marea de personas que chocaba con la que regresaba de la plaza principal al terminar Obrador de dar su discurso. Carpas, música, puestos informales, folletos, calcas, foros, talleres artísticos, etc., eran parte del recorrido.
Finalmente el Zócalo. Hacía un mes que no entraba al primer cuadro de la ciudad y fue agradable volver a este espacio.
Gente. Consignas. Puños alzados.
Ya sea por convicción, apoyo o curiosidad las personas se desplazaban y se integraban a otros grupos, se reencontraban o se reconocían en los otros.
Dentro de las carpas, se discutía lo que se presentaba en tv, la planeación para resolver las necesidades de la gente que ocupa las tiendas y las medidas a tomar, con un carácter sereno ante la situación inevitable que se acerca. Sin embargo, también se percibía enojo, se escuchaban discursos radicalizados y argumentos sin fondo, que contrastaba con lo anterior.
Esto me dejó de nuevo sumido en la incertidumbre y afirmó la idea de que la situación actual no finalizará pronto. Ante este escenario, es bueno ver que en varios sectores las personas se preparan para actuar más allá del conflicto entre Calderón y Obrador; se preocupan por transformar el rol del ciudadano para que tenga un papel protagónico dentro de la vida pública del país, busque ser dueño de su futuro, obtenga mayores oportunidades y el respeto de la gente que lo gobierna. Que su participación deje de estar amordazada por el voto, elemento que legitima (o no) a los políticos cuya representatividad es nula.
Como ciudadanos tenemos derechos y obligaciones que van más allá de un voto. La democracia en este país debe dejar de ser sólo representativa, también debe ser participativa, incluyente, plural y responder a la diversidad que hay en nuestro territorio.
El conflicto va más allá de los intereses de una partidocracia sorda y ensimismada, más allá de dos personas en franca pelea por el poder.
La sociedad debe organizarse, dialogar y aprender a exigir, aportando soluciones y delimitando el poder absolúto que los gobernantes han acumulado durante todos estos años.

CON LOS AMIGOS


Saúl, Omar, Citlali, Gonzalo, Enrique y Manuel

Lulú y Manuel

Con los arriba mencionados