
En México mientras tanto, este enfoque generacional se desbordó frente a la realidad del país, aunque sólo en las grandes ciudades. Un espejismo de modernidad fue presentado en magnos proyectos urbanos, principalmente de orden social, destinados en gran medida al centro omnipresente de todo el territorio: LA CAPITAL.
Su limitación impidió la actuación de aquellos lugares lejos de la periferia, el resto del país continúo en su devenir: tolerar la broma del destino, el injusto "aquí nos tocó vivir".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario