miércoles, mayo 09, 2007

COLOQUIO INTERNACIONAL DE MIGRACIÓN

En días pasados participé por casualidades de la vida en un coloquio internacional sobre migración. He de confesar que no tengo experiencia y conocimiento en el tema, pero la oportunidad de asistir a este tipo de eventos no se deja pasar.

Migrantes de Tunez, Argelia, Mali, Francia, Brasil, Chile, Bélgica y México compartieron sus experiencias y su sentir como actores centrales de un problema que usualmente es abordado por los gobiernos y los organismos internacionales ante la sociedad como cifras, estadísticas, estereotipos y fuentes de ingreso económico a nuestras pecualiares economías bananeras; sin embargo, después de escuchar las "otras" realidades africanas más allá de la guerra y las hambrunas, y el pesimismo frente al nuevo gobierno francés y su política migrante, el diálogo inició y se enriqueció con cada uno de los enfoques de los grandes flujos migratorios de nuestro tiempo: Norteamerica, Europa y el interior de China.

El "derecho" a migrar y sus varientes teóricas se derrumban en la práctica y se demostró claramente en la opción entre el decidir salir y el tener que salir como realidades muy diferentes.

El repensar el tema migratorio con un enfoque humano y con perspectiva de DDHH dio pie a una rica discusión en la que a partir del taller, se reorientó el tema al asumir el punto de partida con la humanidad y dignidad de la persona en movimiento y su familia, el derecho a un libre transito y un libre establecimiento, la obtención de los derechos sociales y no sólo cívicos a partir de un trabajo que enriquece a un país o región, así como el dialogar sobre la nostalgia y la identidad como un duelo y un enriquecimiento cultural que se encona en la decisión de integración o resistencia en los países destino.

La problemática de cómo hacer valer los DDHH, incluyendo los DESC, tanto en el país de origen, el de tránsito, el receptor y el de retorno, debe iniciar pues desde las organizaciones, clubes, asociaciones de la sociedad civil y alianzas entre éstas con el propósito de empoderar al migrante y hacerlo conciente de la exigibilidad de sus derechos una vez que las condiciones sean propicias para un cambio, como lo es actualmente en USA.

En fin, una buena experiencia, llena de metáforas y de convergencia cultural y social frente al tema. La población mundial y sus flujos no responden ahora exclusivamente a una nación o país, argelinos, criados en Tunez y de nacionalidad francesa tienen más de una nación, entrando en juego la deseada nacionalidad multinacional.

No hay comentarios.: