viernes, junio 01, 2007

EL CONFLICTO DE LO DESEADO

El aventurarse en procesos de reconciliación y replanteamiento de una relación es un proceso en extremo complejo.

Los mecanismos de defensa empleados frente a un cambio inevitable promueven, afortunadamente, la independencia y son generalmente acompañados por una necesidad de reinvención y el considerar nuevos horizontes sobre las situaciones "que están por venir" (en negativo, ya que son asumidas en un primer momento como la solución obligada para dar EL gran paso). La construcción del YO como articulador de una realidad individual, inmediata, placentera, responsable y de movimiento en la línea de la vida se empodera y se reconoce. Los mapas mentales sobre lo "que debe ser", y lo "que podría ser" se redimensionan, y un aire de libertad reformadora se aspira al tiempo que nos seduce con la curiosidad de la experiencia directa.

Sin embargo, la certidumbre de lo asumido se diluye y pierde su sentido al momento en que consideramos LA posibilidad. La duda y el temor nubla la capacidad de respuesta y nuevamente una maraña de emociones y planteamientos hipóteticos se instalan en tu cabeza. Pero no debo olvidar el cuestionamiento de este nuevo momento: LA posibilidad, ¿de qué?; y su relación del "hombre nuevo" frente a lo que fue.

El mirar de reojo el pasado y replantear el futuro desde una perspectiva personal se complejiza. Aspectos tanto positivos como negativos son considerados y se presentan como un insumo que balancea/desbalancea mi posición frente a lo que viene.

El amor, el deseo, el cambio, el conocerte como individuo al acercarse la frontera de la "adultez social/tradicional", el reconocimiento en el otro, la complicidad divertida, el perdón, la vulnerabilidad como síntoma de confianza, la construcción de un espacio común, la seguridad personal, el compromiso, el entender al otro, el respeto, la corresponsabilidad, el apoyo incondicional, lo nuevo, la destrucción de mitos, repensar mis "absolutos", la soledad renovadora, el gusto físico, la tranquilidad, la mirada encontrada, el complemento, la vida como proceso compartido, el sentirse seguro emocionalmente, el afrontar el cambio, el conocerte dentro de un nuevo entorno, los amigos, la vida profesional,

se contrapone a:

la duda, el temor, la inexperiencia, la comodidad, el rencor, la costumbre, la soledad, la expectativa "de lo que ahora debe venir", la incapacidad de dialogar, la negativa al cambio, la crisis como situación reguladora del ser, el capricho, el estereotipo construido de lo "ideal", el daño emocional, la humillación, el "no ser", el autoritarismo simulado, el empleo de los mecanismos de compensación, el pasar sobre el otro, el no escuchar, el no hablar, la inseguridad, la vulnerabilidad asumida como debilidad, el no asumir la responsabiidad de lo dicho y el peso de esto sobre tu otra mitad, el miedo a las consecuencias.

Ahora sólo queda asumir nuevamente posiciones y considerar toda la historia detrás, especialmente al final.

3 comentarios:

Guillermo dijo...

Interesante post, interesante blog. Saludos.

creactivitycards dijo...

Aún después de todo preferiría quedarme en silencio, tratar de pensar que alguien a los lejos habla sin lastimar, pero sin lograr oír nada; para guardar únicamente lo que sin certeza algún día intenté y tal vez por miedo no pude escuchar.

TONIKO dijo...

Tu pensamiento de inicio es muy bueno, pero a pesar de la complejidad, hay veces que vale la pena intentarlo, total, la vida son riesgos, y en ellos vienen las oportunidades, que en ocasiones solo se presentan una sola vez.
Saludos, y un abrazo espero estés muy bien.