sábado, marzo 17, 2007

CALDERÓN VS EBRARD

 


Interesante espectáculo sobre la pugna de poder a nivel Federal-GDF presenciamos los ciudadanos del D.F. que asistimos al Zócalo de la ciudad el jueves 15 de marzo.

Los 100 días tanto del presidente como del jefe de gobierno fueron celebrados con reuniones privadas y actividades protocolarias propias de este tipo de eventos. Sin embargo, muchos cambios se presentaron en fechas previas. Ebrard invita a 60 embajadores a su brindis de honor y posteriormente Calderón hace lo mismo; Calderón decide un día antes del evento que Los Pinos no son la mejor opción para realizar su celebración y la cambia a Palacio Nacional, a una cuadra de donde Ebrard realiza su propia actividad en el Museo de la Ciudad de México.

El zócalo se paraliza. No hay servicio de metro en la estación y de Isabela Católica a la plaza principal se cuenta con un impresionante dispositivo de seguridad del GDF; por otro lado, Palacio Nacional resguardado por las fuerzas Federales. Los embajadores son transportados en el turibus y no se dirigen a la celebración Federal. La plancha del zócalo repleta de personas. Manifestantes pro-Obrador que, sin contenido, se dedican a insultar a los invitados perdiendo una oportunidad de mostrar su posición de manera más organizada y profunda a la fiesta Calderonista. Curiosos, turistas y transeuntes nos detenemos y vemos el acto oficial del GDF.

Calma. No hay más que decir. Ebrard 60 embajadores, Calderón ¿?.

miércoles, marzo 14, 2007

VS BUSH?

 

En conjunto, grupos políticos y/o sociales; jóvenes, curiosos, globalifóbicos y altermundistas nos apostamos frente a la embajada norteamericana.
Dos escenarios, dos comportamientos, ¿dos objetivos?.
Por un lado un grupo enardecido se confronta con la policia. Provocación. No hay consignas. Buscan derribar la valla metálica y generar un enfrentamiento. No hay mantas ni carteles. La violencia es la protesta. ¿son paras?. La banqueta es derruida y el arsenal conseguido. Televisa contenta, pues ya tiene nota.
Por el otro un escenario que "dirige" el mitin. Mensajes no articulados pero sí con un mismo propósito: No a Bush!. Casi nadie los toma en serio. La acción de un costado atrae la atención. ¡Obrador!, ¡Obrador! ¿Obrador?... que tiene que ver el personaje en cuestión aquí. El sentido de la protesta se transgiversa y se convierte en un pastín del PRD.
Gases lacrimógenos y persecusión. Las protestas legítimas son calladas no sólo por la represión del Estado sino también por los que están contra el. Paradojas.
Globalifóbicos y altermundistas, muy under, muy rudos, muy... globalizados. IPOD´s y cámaras Niko en las manos. El protagonismo es el que cuenta.



FOTOS

domingo, marzo 11, 2007

AI EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

 

Sábado 10 marzo. Amnistía Internacional Sección México participa en la feria del Día Internacional de la Mujer. Recabamos firmas para las acciones urgentes sobre feminicidios en Ciudad Juárez, Ch. y feminicidios en Guatemala.
El reencuentro con Verónica, Jorge, Marinet y Amparo. Llega Citlalli y continuamos con otros encargos.

ARENA MÉXICO

Viernes por la noche. No hay planificado nada especial. Comunicados intermitentes con Citlalli y el intercambio contínuo de la vida privada. E llama y me dice que hoy "a las luchas". Suena bien.

Arena México, detrás de la CDHDF. Carros mal estacionados y un tráfico de gente movilizándose al mismo sitio bajo una llovizna intermitente. Comercio informal y tacos de suadero. Máscaras, figuras, relojes, espejos, etc.; productos chinos y de lo más kitch. Busca a tu luchador favorito.

Taquilla y el coqueteo del revendedor: "¿Quiéres de los de abajo?".
Compramos "de los de arriba" e ingresamos, cámara en brazo y la deslizo a mi espalda, paso no uno, dos puntos de inspección e ingreso con el equipo.

La arena es inmensa. Familias enteras, grupos de amigos, parejas y extranjeros. Es tiempo. Las luces se apagan y el rechiflido inicia. Citlalli llama: "¿dónde estás?". Levanto el brazo y la veo parada "en los de abajo".

Primera pelea, mentadas de madre, porras, gritos, declaraciones de amor, etc., todos se desviven por opinar.

Las peleas divertidas e ingenuas... coreografías bien orquestadas que no demerita la maestría de las piruetas, saltos y la comicidad de los luchadores en el cuadrilatero.

La noche termina y es fría.

FOTOS

domingo, marzo 04, 2007

FICCO 2007

Nuevamente el Festival Internacional de Cine Contemporáneo (FICCO) se realizó en la Ciudad de México. Gran cantidad de películas, documentales, retrospectivas y alternativas del cine mundial fueron presentadas por 11 días en una oferta y programación tal que sólo estudiantes, desempleados o cinéfilos de corazón puedieron disfrutar.

Sin embargo, el FICCO se consolida en su 4ta. edición como una opición más bien elitista con salas repletas de yuppies y/o neo hippies, y ofreciendo lo mejor del cartel en zonas "bien" de la capital. Además, en esta ocasión los problemas fueron más visibles que en anteriores ocasiones: pésimos horarios como ya es costumbre en este tipo de maratones; pocos cines, y no necesariamente de fácil acceso; una programación "sujeta a cambios" bastante irritante e intransigente, etc.

A pesar de lo mencionado, no me resistí a esta oportunidad de asistir en tres ocasiones a esta invitación general. Si, triste pero cierto, sólo tres, y dos de ellas consideradas por el conocimiento previo del trabajo de sus directores.

Día Noche, Día Noche, de Julia Loktev
Película sobre el tema terrorista que promueve la desmitificación del "enemigo externo".

Una joven con rasgos balcánicos o rusos es la portadora de una bomba por decisión propia. A lo largo del filme tendremos acceso a pequeños detalles de su vida privada y personalidad de manera discreta. Sus padres no están muertos, por el contrario, al parecer son norteamericanos y confían en ella; no hay problemas económicos; consume junk food como cualquier adolescente; y está totalmente confudida.

El temor ante el hecho inminente y su fe entregada a un Dios "sin denominación específica" nos deja el beneficio de la duda.

Pasiones Privadas en lugares públicos, de Alais Renais

Resnais recurre a la nieve como un ente conector entre historia e historia y como factor de melancolía -cual obra de Orhan Pamuk, Nieve-, además de utilizar una luminosidad a lo largo de la película como reflejo de la misma.

En esta producción somos testigos de como siete personas tienen como común denominador la soledad, así como la rutina y monotonía de su vida cotidiana. Las vidas de los personajes se relacionan como un juego del destino sin que ellos se percaten -aclarando que esto no es el factor crucial ni el objetivo forzado y prioritario como otras películas de estas características como las del sobrevalorado Iñárritu-, compartiendo sus esperanzas, deseos y desilusiones entre ellos, algunas veces esperando una continuidad que no se presenta, o bien sólo buscando a alguien que las escuche.

El final no es optimista, aunque hay decisiones personales y cambios de por medio. Paradójicamente aunque seis personajes comparten una relación amorosa o filial, sólo encuentran compañía y comprensión en perfectos extraños.

El personaje ideal... Charlotte, fanática religiosa y famme fatale por igual.

El Imperio de David Lynch
Última pesadilla de este director norteamericano que nos presenta historias poco lineales y donde todo está permitido.

Con sala llena y cortos esporádicos por el maltrato de la cinta en el traslado del día previo asistimos al encuentro con personajes grotescos y decadentes; espacios elegantes y derruidos; habitaciones oscuras con lámparas de luz roja que crean ambientes sórdidos y llenos de locura.

No hay nada que explicar, y sí mucho que especular. Nuevamente participamos de la genialidad de un director que nos conduce a un entorno "familiar", pero que no deja de sorprender.

La música, el casting, las locaciones, todo está en su lugar, y en este caso todo está al servicio de "El Imperio", prostíbulo del lugar.
Escenas del imaginario lynchiano: putas bailando Locomotion, y una extraña mujer acercándose, metamorfeándose, en un camino desierto y transfigurándose en un sujeto.

Fueron pocas... pero valió la pena.