viernes, febrero 17, 2006

70,000 CON U2

Que te puedo decir sobre el gig, si visitaste el blog de Gina ya lo sabes.
La jornada fue intensa. Monse, Enrique y yo arrivamos al Azteca a las 13:20, iniciando el maratón para ingresar y tener un buen lugar (entrada general).
Las filas, alrededor de ocho, no estaban muy largas y nos instalamos en la primera que vimos. El ingreso fue a las 15:30 y en nuestro acceso no había movimiento, pero sí en la de los costados, así que la gente empezó a mostrar algo de disgusto, pero nada grave. Al fin movimiento e ingresamos al lugar. La revisión y a correr con el resto de la muchedumbre que se dirigía a agandallar el mejor sitio en su sección. Llegamos y logramos tener un muy buen lugar, en ángulo de 85° al escenario, sin que nos estorbara la malla ciclónica ni la columna de las bocinas.
Las horas pasaron, la gente no dejaba de ingresar y se hacían olas y demás ritos de estadio. El ambiente empezaba a emerger.
Al fin, las 20:00, The secret machine, el grupo telonero. X´s, muy progre para gente de U2, pero no tan malos. Terminan y de nuevo la espera.
Por fín, las luces se apagan y se ilumina la pantalla. 70,000 ó más gritan y aplauden, la locura en todas las secciones. Miré a mi alrededor y al igual que yo, todos con una sonrisa en la cara que denotaba emoción y alegría.
Las atmósferas variaban, desde los himnos de concierto como "Vertigo", "Elevation" o "One", hasta aquellas sonoridades olvidadas de sus primeros discos. A nivel personal, lo mejor fue escuchar "Sunday, bloody sunday", "New years day", "Miss Sarajevo" y "The fly".
Todos respondimos al grupo y las luces del celular, o los encendedores prendiéndose y apagándose con el ritmo de la música se hicieron presentes, los coros y la entrega total.
No faltó el discurso político y la contradicción (a pesar de estar muy preocupado por los derechos humanos en Chiapas, no se entrevistó con Soberanes y prefirió salir con la insulsa de Salma o el tal Camil); algunos cambios en la letra de una que otra canción para agradar al público mexicano y las típicas palabras en español (porque si dicen "bu enas nouchés" la gente se transmuta).
En conclusión, el espectáculo fue de primera y el escuchar en vivo clásicos con los que uno creció fue toda una experiencia, además de dar un espacio a la causa social.
El grupo, la multitud, la euforia, el show, en fin, no puedes negar que U2 es U2.

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