lunes, marzo 20, 2006


Embajada gringa

El pasado jueves 16 de marzo se realizó la marcha "En defensa del agua". Partió del ángel de la independencia y llegó hasta donde se pudo, en los alrededores de la sede del Foro Mundial del Agua.
La invitación fue bien difundida y recibida en los distintos espacios destinados a la discusión del tema en la ciudad. Tanto en Palacio de Minería, donde se llevo a cabo el "Encuentro internacional de experiencias por el agua", como en el ex templo de Corpus Christi, sitio que finalmente recibió al Tribunal Latinoamericano del Agua.
La marcha lucía bien al inicio, organización -razonable ante la magnitud del evento-, buenos ánimos, intercambios de experiencias, etc. El reconocimiento en el otro generaban un clima de complicidad positiva y de integración que te hacía sentir parte del todo; sin embargo, 300 metros detrás de los contingentes "oficiales", un bloque de jóvenes se acercaban con una actitud que contrastaba con la del espíritu de los grupos que esperaban salir del ángel, que probablemente fueron los que dieron cierta visión negativa al final y que fue muy publicitado en los medios.
Me tuve que ir, pero fue una experiencia muy gratificante poder ver como la gente se organiza y busca ser escuchada sin importar la nacionalidad o algún otro factor pidiendo que el agua se siga considerando como un derecho humano, lo cual no implica ni justifica el que ésta sea usada sin ningún control o se desperdicie y sí que sea gestionada por entidades públicas y ciudadanas y que el precio sea justo y equitativo.

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