martes, octubre 31, 2006

Llevo ya varios días enfermo de gripa, pero del nabo, enfermo en serio, y hoy por la mañana recordaba en el metro, donde todos me veían como un foco de infección, a Hans Castorp y los comentarios de su primo Joachim en el sanatorio donde ocurre todo en La Montaña Mágica:
de acuerdo al segundo, la enfermedad es un estado que encarcela al espíritu. El cuerpo malogrado impide la espontaneidad de los sentimientos y la posibilidad de dirigirte y realizar actividades que se relacionen con la alegría y el optimismo.
Gran paradoja, el cuerpo, que tantos placeras da y al mismo tiempo nos ayuda a escribir, comunicarnos, desenvolvernos, es el mismo que nos detiene y sume en la completa dependencia.
En fin, espero estar mejor YA.

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